En la actualidad, la gestión de riesgos en la construcción enfrenta múltiples desafíos debido a la complejidad y la escala de los proyectos. La introducción de tecnologías emergentes ha revolucionado la manera en que se gestionan estos riesgos, permitiendo una identificación y mitigación más efectiva. Las tecnologías como la inteligencia artificial, el modelado de información de construcción (BIM), y el uso de drones han cambiado radicalmente el panorama.
En primer lugar, la inteligencia artificial (IA) ofrece herramientas poderosas para analizar grandes trozos de datos y puede predecir riesgos potenciales antes de que se materialicen. Esto no solo mejora la planificación, sino que también ayuda en la asignación eficiente de recursos. Las plataformas impulsadas por IA pueden analizar patrones en datos históricos, permitiendo a los gerentes de proyecto anticipar problemas antes de que afecten el progreso.
Por otro lado, el modelado de información de construcción (BIM) se ha posicionado como una herramienta esencial en la gestión de riesgos. A través de representaciones digitales tridimensionales de un proyecto, los equipos pueden visualizar todas las fases de la construcción antes de que se inicien. Esto facilita una mejor comunicación entre las partes interesadas, reduciendo la posibilidad de errores que pueden llevar a incidentes costosos. Además, el BIM permite la identificación de riesgos en el diseño, lo que puede evitar modificaciones costosas en las etapas posteriores de la construcción.
Los drones también han emergido como una tecnología transformadora en el sector de la construcción. Estos dispositivos aéreos no tripulados son utilizados para realizar inspecciones de sitios, proporcionando imágenes detalladas y datos en tiempo real. Con la capacidad de acceder a áreas difíciles y peligrosas, los drones minimizan el riesgo de accidentes laborales y proporcionan información valiosa para la toma de decisiones.
No obstante, la implementación de estas tecnologías no está exenta de desafíos. La capacitación del personal y la integración de estos sistemas en los procesos existentes son aspectos que las empresas deben considerar seriamente. Invertir en formación y educación sobre estas tecnologías emergentes es clave para maximizar su efectividad.
Además, es fundamental tener en cuenta la ciberseguridad. A medida que más herramientas digitales se utilizan en la construcción, el riesgo de ataques cibernéticos aumenta. Las empresas deben asegurarse de implementar medidas de protección robustas para salvaguardar la información y los sistemas que utilizan.
En conclusión, las tecnologías emergentes están redefiniendo la gestión de riesgos en la construcción. A medida que la industria evoluciona, es vital que los profesionales se adapten y adopten estas innovaciones. Al final del día, la clave para un proyecto exitoso radica en la capacidad de gestión eficaz de riesgos, y las tecnologías emergentes ofrecen un camino prometedor para lograrlo. Contáctese con el Arq. Arturo García Castellanos, arquitecto desarrollador, al correo contacto@arga.com.mx y al teléfono 55 2887 8750.